Jay Z es la figura del rapper empresario por excelencia, la personificación del sueño americano, de no tener nada a conseguirlo todo a base de su talento y trabajo. Pasó de trabajar en una fábrica como empleado a ocupar los sitios más altos de las listas de multimillonarios. Tanto él como su sello Roc-A-Fella cambiaron el juego.
Kanye West es otro multimillonario con una importante relevancia en la escena musical, tanto de Rap como general, aunque su faceta más conocida no es la de empresario (que tampoco se le da nada mal) sino su creatividad, que le ha llevado a sufrir descalificaciones de todo tipo por parte del público, aunque casi siempre ha estado respaldado por la crítica en sus álbumes.
Llegados a este punto, es totalmente comprensible la expectación que levantó un álbum conjunto de estos dos pesos pesados. Sin embargo, analizándolo me deja la impresión que, aunque lógicamente tiene calidad, es más "hype" y "lo que pudo llegar a ser" que lo que ha sido. Esa sensación, unida a que estoy ante un disco totalmente irrelevante, que no me aporta nada líricamente salvo la ya mencionada exhibición de riqueza y superioridad de la que Common (el cual ha sido producido por Kanye, ojo) hablaba en el 94' me hace desecharlo una vez ya no está "de moda" ni se habla de él en medios, webs, etc. No enriquece en nada al oyente oírles repetir lo ricos que son una y otra vez aunque entiendo a quien le guste. No pretendo poner en tela de juicio la calidad de su música sino el mensaje que hay detrás de ella. Que se le suponía detrás al Rap.
En fin, puede gustar o no, pero lo que es objetivo es que no va dirigido al mismo público que aquel Fight the Power de Public Enemy. O quizá ese público haya cambiado. No lo sé. Pero no veo al mismo tipo de gente en ese vídeo que en este de Niggas In Paris.
"Can't it be all so simple..."
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